Año 1972. Inmediátamente después de "la colimba" me unì de una vez por todas a unos hermanos que vivìan en barrio San Martin, Cacho y Lali. Su padre, don Oscar Britos, era un reconocido músico cordobés autor y compositor de tango, del tango bien escrito y bien tocado. Este "Don", era un músico de verdad. Recuerdo que terminé en Enero o tal vez a mediados de Febrero`72 mi compromiso con la patria y ahì nomás, en época de carnaval, don Britos nos llevó de colados a tocar con él en el mismo escenario, pero no en el mismo momento en que él actuaba, no, él hacìa su rutina, solo... y nosotros la nuestra. El lugar era Huerta Grande en las sierras de Córdoba y ahì mismo estaba la Colonia de Vacaciones De Los Empleados Del Correo Argentino. Nuestro grupo se llamaba "Alfa Centauro" y éramos solo tres los integrantes; el Lali, que era el que más idea de la música tenìa, aprovechaba el órgano Capri-Dúo de doble teclado que su padre dejaba en el escenario y acompañaba, cantaba coros y también-como no tenìamos bajista-, hacìa esa parte con los pedales del instrumento. El Cacho era un espectáculo aparte; primera voz, acompañaba y tocaba todos los solos con su guitarra, además, era el único de los tres que no pensaba en el dinero ni en el éxito y la fama, a él, lo único que le interesaba... eran las chicas. Recuerdo cuando ensayábamos en el garage de su casa, el tipo se habìa provisto de un cable que fácilmente tendrìa entre diez y doce metros, a que no se imaginan para qué?. Si!!! para salir corriendo a la vereda cuando pasaba una chica y seguirla un par de metros diciéndole cosas al oìdo sin dejar de tocar la guitarra!!!.El Cacho era un tipo fuera de serie.
Con respecto a mi, el instrumento que yo "deshacìa" en ése grupo era la baterìa y además, tambien, cantaba algúno que otro coro. Otra cosa que me viene a la memoria de esos dìas es lo que la madre de estos chicos dijo de mi un dia que estábamos ensayando una canción: "...éste negro que es parecido a Horacio Salgán, canta afinado". Lo de "afinado" pasó sin que nadie le diera alguna importancia, pero lo de "parecido a don Horacio" me hizo imaginarme por un instante con el pelo corto bigotito y anteojos. Fue algo que me causó mucha risa para "mis adentros" y estoy seguro que les habrìa pasado lo mismo si vieran una foto mìa de esa época, en que mi vida y yo, nos desplazábamos debajo de una enorme parva de pelos.
Lo que venga
Hace 15 años